jueves, 6 de agosto de 2015

LA DIOSA ESQUIVA ( ¡Ah, Sophia! )




¿Porqué es tan seductora la Sabiduría? La Sabiduría es ver a Dios en todas las cosas. Por eso es tan esquiva. ¿Cómo alcanzar lo inalcanzable? Es una asíntota, apenas creemos verla, se nos escapa. ¿Cómo atraparla, retenerla un instante más? ¿Porqué prefieres al loco y al poeta y desprecias al filósofo y al cerebro obtuso del doctor? ( El autor )

No, ya no me niego
A que me vuelvas a hacer perder pié.
Ya con violencia, ya suavemente...
Tú moras en las oscuras profundidades
de mi famélica imaginación
y te proyecto como una flecha
en cualquier símbolo intemporal.

Te acepto, no he de negarme más,
Sé que de tanto amarte y de esperarte
soy inconstante, y un mal amante
¡Eres la dádiva
del trato familiar que tengo con los Dioses!

Inúndame, vitalízame, renuévame,
A veces pretendes que crea
que eres un cadáver, no,
otras veces un trasgo,
tu súbita risotada,
tus ágiles cambios de lugar (¡cuando te veo
ya no estás...!)

Sé, no obstante, en cada rayo de Luz
que eres la Vida
pariéndose a sí misma en mi conciencia...

Ven, rescátame una vez más
de la muerte deshonrosa, abominable.
Enséñame, transfórmame en tu Alquimia maravillosa,
tendré la humildad necesaria
para charlar con Vos de igual a igual...
¡Oh, Fantasma Sagrado que te insinúas
entre el follaje
de Prodigiosos Árboles del Pasado!
¡Oh, tú, eres el Símbolo Áureo,
Eres el Mito, eres la Esfinge, el Oráculo...
Nunca llego a comprenderte (me deleitas)
Ya te encuentro, ya te escapas
tras los desprevenidos recodos de mi vida.
Tus respuestas claroscuras
Me iluminan, me oscurecen, me confunden...
¿Cómo entender tu lenguaje?
¡Despiértate, Intuición! ¡Señálame el sentido!
¡Revélame lo que en Su Vientre habita!
(la plenitud del Universo en sus miríadas
de esferas rotantes, lucientes,
muchedumbres de seres existentes en el Seno
de este Eterno Ser- No Ser)...
¡Pudiera yo beber en el cuenco de mi mano
un sorbo siquiera de tan frescas aguas de La Vida
(las más dulces, ¡ah, Sabiduría!)
y que en el trago breve sea fecundada y preñada
mi imaginación enflaquecida...
Velada Isis, siempre en pos de ti...
Si tras el tenue beso que me has dado
Y bebido que hube tu aliento fugaz
un universo de Luz encandila mi mente
y es La Plenitud
tras la remanente Plenitud que subsiste inalcanzable
(Nunca tu abrazo es el final.
Tan sólo el vislumbre preliminar)
Eres la Esquiva, la Seductora,
La Caprichosa,
Zíngara Inmortal,
La que permite en su loca danza
Que se adivinen bajo los tules
Las lujuriosas sinuosidades,
La que me embriagas con tu mirada,
La que me aturde con sus susurros,
La que me enerva cuando sus labios
rozan mi frente,
La que se esconde tras los efluvios
de sus aromas Divinos
¡ Ah, la Inasible!
¡ Ah, la que me enciende con sus visitas,
la que se vá...!

Eduardo Morguenstern 

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