El Grial

El viejo, sabio y olvidado pueblo fenicio/púnico

denominaba a la Diosa Madre y Eterna Dadora de Vida,

como La que Llora (1),

es decir la Lluvia o Metalluvia que fertiliza el mundo.

Nosotros la hemos conocido como Tanit,

la Lluvia Divina,

la Señora Celeste y Subterránea, a partes iguales,

la que acompaña a los muertos y la que trae a los vivos.

Mas de nuestra memoria su recuerdo se perdió en las tinieblas de una época remota

y el consciente humano quedó huérfano de su divina presencia.

Otros dioses la suplantaron,

paranoicos dioses de castigos y apocalipsis,

dioses lejanos ajenos a la Tierra.

Mas Ella, es Una con el Mundo,

y nosotros hemos de volver al mundo sagrado,

la cósmica vida que hemos abandonado,

porque antaño otros nos la arrebataron.

Lo que aquí llamamos el Grial

no es más que el Elixir de la Vida

que nos devuelve al conocimiento eterno de la diosa,

a la mátrix universal,

cuya presencia inmanente podemos de nuevo volver a recuperar.

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1. La que Llora: La diosa que llora. Es frecuente que se la invocara bajo la frase: Tanit pene Baal. (Tnt pn B'l) cuyo significado sería: La que llora en el rostro o faz de Baal. Es la diosa que aporta la esencia de la vida al Señor (la luz del sol) o aspecto masculino de la creación. Es por ello que a Tanit también se la considera la Diosa de la LLuvia o la Diosa de las Tormentas.

Tanit era considerada la diosa del agua, siendo el agua la esencia y sustento de la vida tanto en el universo como en el organismo humano. Sin el agua la luz es estéril. El agua convierte la luz en vida biológica. Si no hubiera agua en nuestro cuerpo, en nuestra células, seríamos de cartón, pero no seres vivos. Tanit era invocada por los navegantes, pero también por los agricultores que esperaban la bendición de su lluvia. Tanit estaba en cada fuente, en cada riachuelo, en cada lago, en cada nube. Tanit se encuentra en toda agua de vida y en nuestro cuerpo eso se traduce en la sangre y en los fluidos sexuales, por ello Tanit era diosa del amor y la fertilidad.

Tanit llora de felicidad o de pena. Tanit está en el rocío de cada mañana, en cada ola de mar, en cada serpiente de agua, en cada pozo, en cada lágrima, en cada beso, en cada gota de sangre (agua roja) que porta la vida y la muerte.

Tanit transforma la luz del sol en vida. Tanit acompaña a la vida en su tránsito por el mundo y al alma en su viaje trascendente hacia la conciencia del ser divino.

Tanit es la magia en el mundo ordinario. Es la memoria de la madre tierra, es la sustancia y plenitud eterna de la vida, es la luz de la luna y de todas las estrellas, es el lucero del crepúsculo y del alba, es el principio y el final de cada ciclo, es la guardiana de las puertas, la señora de los secretos.

Tanit es la iniciadora, la serpiente de sabiduría, la sanadora, la regeneradora, la fuente inagotable de la vida, la luz que viaja entre el día y la noche, entre las tinieblas del submundo y los astros del firmamento.

Tanit es la inspiradora, la musa, el alma de la poesía, de la música, la canción de los amantes, la belleza inagotable.

Tanit tiene un templo bajo las estrellas, un palacio bajo el mar, una gruta con paredes de esmeraldas y rubíes en el interior de la tierra.

Tanit tuvo en el Mediterráneo antiguo una fruta que la representa, la granada, con su sangre carmesí. Este fruto fue conocido como la manzana púnica. Se halla repleta de sangre que representa a la diosa. Sus múltiples granos son las múltiples facetas de Tanit, que siendo una engloba todas la diosas y también a todas las esencias de vida. La sangre o zumo de la granada o manzana de la diosa roja es vitalizante y regenerador del organismo.

Tanit en su flujo cósmico es también la sangre grialiana, la sangre luminosa, que tantos han buscado.



Kababelan

http://kababelan.galeon.com/100B.htm


ATTE: Titania